Hay un proverbio que dice, “Enséñame algo y aprenderé. Dime la verdad y creeré. Pero cuéntame una historia y vivirá en mi corazón para siempre”. Las marcas (marca personal y marca comercial) que mejor cuentan su historia, mejor se posicionan en la mente del consumidor y son preferidas. Sin embargo, debemos saber que una vez tenemos una historia, debemos ser coherentes con la historia y actuar en consecuencia. Por este motivo es tan importante el Storytelling, el arte de contar historias y la importancia de que sean sinceras para que el cliente te posicione.
A veces no somos lo suficientemente conscientes de que nuestras decisiones, por meditadas y racionales que parezcan, son en gran medida decisiones emocionales. Necesitamos por supuesto una justificación racional a la decisión pero debemos tener claro que la motivación ha sido más emocional que racional. Pocos se atreven a decir que llevan un iphone porque les hace «sentir» parte de algo. Sin embargo, tenemos montones de razones racionales que «justifican» la decisión de tener un iphone en lugar de otro teléfono móvil.
Cómo posicionar tu marca con el storytelling
Sabemos que las historias mueven a la acción y los motivos por los que una marca debe crear su historia (en muchos casos ya la tienen y solo deben saber explicarla de forma ordenada para emocionar) son:
- las historias son inolvidables
- las historias involucran a las personas
- las historias emocionan e inspiran a la acción
Para contar una historia no basta con decir lo que ha pasado, hace falta involucrar al oyente/lector en ella. Por eso es importante que él forme parte de la historia. Debemos ser capaces de involucrarlo en el problema. Sí, siempre hay algún problema, sea el deterioro del medio ambiente, la globalización, la falta de ética empresarial o el maltrato animal. Hay algo que nos hace sentir mal, pequeños o indefensos y casi siempre es en parte culpa del «malo» de la historia. Éste puede ser un competidor que provoca un consumo irresponsable, una tecnología contaminante fomentada por una industria anticuada o un poder corrupto que nos impide mejorar. Tu marca está aquí para luchar contra el malo y liberarnos de él.
Llegados a este punto, lo más difícil es que realmente seamos sinceros de si podemos solucionar el problema y vencer al mal. Si el compromiso de la marca no es sincero la historia perderá coherencia y el cliente se dará cuenta de la farsa. Así pues, contar un storytelling no sirve de mucho si no nos la creemos. Seamos consecuentyes con nuestra historia.
Branding
El gran reto al que nos enfrentamos como padres, profesionales o emprendedores es entender que por encima de todo, somos contadores de historias. Y eso no depende de si tenemos un presupuesto de marketing de 6 cifras o somos una cadena local y especialista. Cada día descubrimos grandes historias de personas anónimas que han dejado de serlo en nuestra mente cuando hemos oído su historia. El tiempo nos dirá si la historia es real o una farsa y de nuevo el oyente/lector actuará en consecuencia.
Las emociones son las alas que provocan nuestra acción. Seamos poetas explicando nuestra historia y coherentes defendiéndola.